La Asociación de Viticultores y Bodegueros de Canarias agradece a la Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial el incremento del presupuesto previsto para mitigar la afectación climática de este cultivo
AVIBO, Asociación de Viticultores y Bodegueros de Canarias, asociación sectorial mayoritaria de ámbito regional, ha manifestado en nombre de sus representados el agradecimiento del sector vitivinícola del Archipiélago por el interés mostrado por el Gobierno de Canarias, a través de la Consejería Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial, en el apoyo a un sector “tan sensible como es el vinícola ante la situación derivada del cambio climático”.
Tras diversos encuentros con distintos representantes de AVIBO se ha llegado al convencimiento de que el cultivo de la vid está sufriendo los efectos de cambio climático, poniendo en riesgo su viabilidad y la de los agrosistemas relacionados con el mismo, algo que podría llegar a afectar a unas 5.000 hectáreas de superficie verde presente en todas las islas.
Desde AVIBO se buscó sensibilizar al Gobierno de Canarias de que la protección de la biodiversidad agraria está en riesgo por la variación climática y la aparición de nuevos patógenos por lo que es esencial el aumento de la inversión para salvaguardar el cultivo de la uva en nuestras islas.
A juicio de los representantes de AVIBO, esta actuación es “una demanda histórica de nuestra asociación” que, tras años de reclamación, “va a ser una piedra angular en la lucha contra el abandono y la falta de relevo generacional en la viticultura de la Islas al disponer tras este trabajo de plantas más productivas, sin disminución de calidad, capaces de rentabilizar las explotaciones”.
La variación climática que previsiblemente habrá en Canarias y que ya empieza a hacerse evidente, aparte de influir en el estado fisiológico de la vid afecta a la sanidad vegetal del cultivo, siendo de capital importancia el desarrollo de nuevas medidas que puedan mitigar el desarrollo de patógenos en la vid, garantizado la longevidad y buena producción del cultivo.
Entre los trabajos que se efectuarán destaca la evaluación y análisis de las vulnerabilidades, riesgos e impactos previstos en los cultivos de las islas, prestando especial atención a los de mayor importancia socioeconómica, así como la creación de un sistema de indicadores específicos para el seguimiento de los riesgos vinculados a la agricultura y ganadería, además de la cartografía de riesgos ante eventos agroclimáticos y el saneamiento del cultivo de la vid para al menos 15 variedades de uva autóctona.