El Cabildo Insular de Tenerife acogió este lunes la asamblea final del proyecto Magarza que, durante cuatro meses, ha trabajado con 28 mujeres con discapacidad de la zona metropolitana con el fin de avanzar en el desarrollo e inclusión social de este colectivo. Durante este encuentro se expusieron las conclusiones y propuestas elaboradas sobre autoestima, sexualidad, violencia de género, comunicación y liderazgo. Esta iniciativa se encuadra dentro del Marco Estratégico de Actuaciones en Políticas de Igualdad de Género Tenerife Violeta.
La consejera de Igualdad, Estefanía Castro, que inauguró la asamblea junto a la consejera de Acción Social, Cory Yanes, y la responsable del área de Igualdad de la Coordinadora de Personas con Discapacidad Física de Canarias, Yaiza Afonso, agradeció a la coordinadora este proyecto, «que tiene vocación en el tiempo», así como a todas las entidades que le apoyan y aludió a la necesidad de aprovechar este trabajo, «como una ocasión para repensar la función de cada una en la sociedad». Yaiza Afonso se refirió a la necesidad de que haya más visibilidad en este colectivo.
El impulso de programas de inserción laboral para mujeres con diversidad funcional, así como el desarrollo de campañas de concienciación sobre accesibilidad y movilidad, la promoción del ocio inclusivo y talleres para la mejora de la autoestima, fueron algunas de las propuestas planteadas en esta asamblea a la que acudieron las 28 mujeres participantes y representantes de los organismos y entidades implicados. Otras demandas fueron una mayor formación en materia de diversidad funcional, género y sexualidad, así como la accesibilidad a las consultas de ginecología y su adaptación para mujeres con movilidad reducida.
El proyecto Magarza ha sido impulsado desde la Coordinadora de Personas con Discapacidad Física de Canarias y financiado por el Cabildo, a través del Marco Tenerife Violeta y Sinpromi, y los ayuntamientos de La Laguna y Santa Cruz. La iniciativa se inició en octubre de 2016 y en ella han colaborado entidades no lucrativas como la Federación de Asociaciones de Mujeres Arena y Laurisilva, la Asociación Mercedes Machado, la Asociación de Mujeres con Cáncer de Mama de Tenerife (Amate), y Cruz Roja. Magarza trabajó con mujeres de Santa Cruz y La Laguna a través de talleres formativos y encuentros entre las participantes, las entidades cooperantes, y otras asociaciones.
Otras propuestas planteadas por las mujeres que participaron en el proyecto Magarza fueron el fomento de charlas en materia de violencia de género dirigidos a adolescentes, la continuidad de los talleres destinados a la mejora de habilidades comunicativas y la participación en jornadas y encuentros de mujeres con discapacidad.