La Asociación de Cereales de Tenerife (ACETE) ya está utilizando en la presente campaña 2021 de cosecha del cereal y leguminosas la maquinaria necesaria para la limpieza del grano y la picadora-empacadora, que vendrán a mejorar las labores de estos cultivos en la isla.
La adquisición de esta maquinaria, consistente en una empacadora y en una limpiadora de granos, ha sido posible a través de la subvención concedida por el Área de Agricultura, Ganadería y Pesca del Cabildo tinerfeño, que dirige el consejero Javier Parrilla, por una cuantía que asciende a 52.331,77 euros y en virtud del convenio de colaboración firmado entre la corporación insular y ACETE.
El consejero insular de Agricultura, acompañado de la presidenta de ACETE, Francisca Nieves González, y su equipo técnico, así como el jefe del Servicio Técnico de Agricultura y Desarrollo Rural y agentes de Extensión Agraria, pudo comprobar ayer jueves en una finca de la zona de Icod el Alto, en el municipio de Los Realejos, las tareas que lleva a cabo esta maquinaria. A este respecto, subraya que “varios años sin atender la petición de modernización de los equipos de empacado y limpieza del grano, ha hecho que tanto las pacas (empacado de paja) para alimentación del ganado como el grano obtenido de cereales y leguminosas no llegara a la calidad que el cultivo estaba ofreciendo ni al nivel que los consumidores pedían”, por lo que “esta campaña de recolección será diferente; con esta inversión garantizamos un producto de calidad, siendo más atractivo al consumidor en momentos de precios altos del cereal importado”.
El consejero insular, quien remarca la importancia del sistema de rotación de cultivos para “la mejora de la cantidad y calidad del producto”, señala que “se está muy lejos de la autosuficiencia, pero debemos continuar trabajando con el objetivo de favorecer los cultivos forrajeros, cerealistas y de leguminosas en la isla, mejorando las prácticas agrarias y su mecanización para que sea un producto atractivo y vaya desplazando a los productos provenientes de fuera”.
“Seguiremos apoyando estas iniciativas porque lleva a la agricultura que necesitamos en nuestra isla: una agricultura sostenible. La incorporación del sistema de rotación de cultivos con cereal o leguminosas de variedades locales ha demostrado que mejora los suelos, baja las incidencias de plagas, mejora la productividad de los cultivos y mantiene la biodiversidad agrícola”, destaca el consejero insular.
La necesidad de renovar esta maquinaria cedida para su uso por el Cabildo a través de dicha subvención se justifica en la necesidad de realizar el correcto empacado del cereal, una vez cosechado. Hasta ahora la limpieza del grano o se ha realizado de forma manual o contratando el servicio de algún agricultor o agricultora que disponga de alguna máquina, que, si bien desarrolla una limpieza bastante aceptable, no la lleva a cabo con la suficiente calidad y eficiencia que requieren los granos que se destinan a consumo humano, lo que repercute en uno de los principales problemas que presenta la gestión del cereal cosechado: la posterior comercialización.
Esta situación ha provocado que en el año 2018 no se pudiera finalizar el empacado por la obsolescencia de la máquina que se venía utilizando y que durante 2019 y 2020 dicha actividad haya tenido que ser interrumpida durante varias ocasiones para ejecutar continuos ajustes y reparaciones. Con la adquisición de la nueva empacadora, se podrá hacer pacas a demanda en cuanto al tamaño, así como el nivel de picado de la paja, mejorando tanto el transporte como la calidad para la alimentación del ganado.
ACETE, al igual que en todas las campañas anteriores, organiza la recogida de cereal en la isla en el Noroeste de Tenerife, zona donde se concentra el cultivo de cereal, en este caso en los municipios de El Tanque, Buenavista del Norte, San Juan de la Rambla, Los Realejos y La Orotava. Desde esta asociación se apunta a que la cosecha de este año se presenta con buenas perspectivas puede llegar a las nueve toneladas.
La producción total de cereales el año 2020 ha sido de unos 22.710 kilos, de los cuales 15.665 correspondieron a trigo barbilla, 4.695 a centeno, 1.700 de triticale y 650 de avena.