Beatriz Barrera y Sonia Vaccaro colaboran en materia de violencia vicaria

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La adjunta de Igualdad y Violencia de Género se reúne con la psicóloga que acuñó el término “violencia vicaria”, Vaccaro: “Los hijos importan poco para el maltratador, eso es lo que las personas que aplican la ley no pueden ver”

La adjunta de Igualdad y Violencia de Género de la Diputación del Común de Canarias, Beatriz Barrera, se ha reunido con la psicóloga especializada en Prevención y Asistencia de la Violencia contra las Mujeres y quien acuñó el término “violencia vicaria”, Sonia Vaccaro, para establecer líneas de colaboración y luchar conjuntamente contra este tipo de violencia machista.

Sonia Vaccaro lleva estudiando la violencia vicaria desde el año 2012, una violencia secundaria a la víctima principal y que se ejerce sobre los hijos, hijas o cualquier otra persona que sea significativa para la mujer con el fin de herirla.

Tras el caso de Anna y Olivia en Tenerife, esta expresión suena con más fuerza entre la población y cada vez son más los casos que salen a la luz. En este sentido, la adjunta de Igualdad y Violencia de Género de la Diputación del Común se reunió con Vaccaro con el fin de formalizar esta colaboración que visibilice y dé formación a la ciudadanía y a los servicios especializados sobre este tipo de violencia. 

Desde la perspectiva de la psicóloga, “en estos casos, no son las leyes las que fallan sino quienes las aplican, ya que disocian el delito de la violencia contra la mujer, y consideran que un individuo que es violento puede seguir siendo un padre afectivo y cuidador, cuando en ningún otro delito ocurre esto. Las leyes serían muy efectivas si se aplicasen con una perspectiva de género y teniendo en cuenta algo tan simple como que un maltratador no puede ser un buen padre”.

Asimismo, afirmó que desde la aprobación de la Ley Orgánica 1/2004 de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género “pueden ser suspendidas las custodias y las visitas, e incluso quitar la patria potestad al maltratador”. Sin embargo, “actualmente tan solo en el 5% de los casos se suspenden dichas visitas o se quita la custodia, por lo que la mujer se ve sometida a su agresor para pedir permiso por algo tan básico como la inscripción del menor en el colegio”.

Barrera aseguró que “tenemos un largo recorrido con la violencia, especialmente sobre las mujeres, como para que ahora también nos ocurra lo mismo con los niños y las niñas”. Para la adjunta “esta reunión es el principio de una colaboración que nos permitirá trabajar, investigar y luchar conjuntamente para prevenir y eliminar la violencia vicaria”. 

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