“La vacuna aún no ha entrado en nuestras casas, pero puede hacerlo el virus; no nos hagamos trampas ni nos engañemos, pues en esto no cabe la picaresca, que solo trae colapso en los hospitales y fallecidos”, advirtió el presidente de Canarias
El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, pidió en la tarde de ayer, tras el Consejo de Gobierno extraordinario en el que se aprobaron nuevas medidas restrictivas para Tenerife por la mala evolución de la COVID-19 en esta isla, que la sociedad tinerfeña haga un último esfuerzo para doblar la curva de contagios que sufre ese territorio. Además, trasladó el mismo mensaje a toda la ciudadanía canaria para evitar que los datos de contagios empeoren en el Archipiélago, dado que en los últimos días también se registran pequeños repuntes en otras islas.
El jefe del Ejecutivo canario recalcó que es consciente de la dureza de las nuevas normas para Tenerife, pero insistió en que siguen las indicaciones de los científicos que asesoran al Gobierno y buscan que, en el plazo de 14 días, la situación haya mejorado, para que así no haya más perjuicios sanitarios ni económicos y se reduzca el número diario de casos y fallecidos.
Las nuevas medidas en Tenerife entrarán en vigor desde las 24.00 horas de este viernes, 18 de diciembre. Según anunció Torres, se sigue el principio de proporcionalidad en función de los datos para cambiar la tendencia negativa, evitar el colapso en los hospitales y, al mismo tiempo, compatibilizar las medidas con la mayor actividad económica posible.
A su vez, anunció que este viernes, desde las 9.30 horas, se reunirá la Junta de Seguridad en busca de la mayor coordinación de las policías (Nacional, Autonómica, Guardia Civil, las locales y la propia Delegación del Gobierno), con el fin de que haya máxima vigilancia, control y sanciones, así como los refuerzos necesarios para que una minoría “incumplidora” no siga perjudicando a la mayoría social.
En ese sentido, pidió “un último esfuerzo” porque, si los datos no se corrigen en ese plazo de 14 días, y aunque “soy consciente de que estas decisiones son ahora muy perjudiciales para sectores como la hostelería, restauración y comercio”, sobre todo en las dos semanas de mayor movilidad y compras de todo el año, podría haber medidas aún más restrictivas y, por tanto, peores para la economía. “Que los que están siendo responsables, que son la inmensa mayoría de los canarios y tinerfeños, no sufran la irresponsabilidad de una minoría”.
El presidente de Canarias lamentó que las decisiones tomadas el pasado 4 de diciembre para Tenerife no hayan dado el resultado que se esperaba, con el toque de queda a las 23.00 horas (que desde el sábado 18 de diciembre se fija a las 22.00) y la reducción de los grupos a cuatro personas. El número de contagios y hospitalizaciones han seguido al alza de manera constante y han sufrido una aceleración desde finales de noviembre hasta situar a la isla de Tenerife por encima de la media nacional en incidencia acumulada a 7 y 14 días. Por eso, insistió en que los parámetros obligan a tomar medidas “duras por el bien de la salud y la propia economía. No podemos permitir que en estos 14 días se incumplan esas normas y haya peores números” al comenzar el nuevo año.
El inicio en breve de la vacunación
Aunque se mostró optimista con la extensión en breve de las vacunas, advirtió de que “aún no han entrado en nuestras casas, pero sí puede hacerlo el virus. Esto no se ha superado y cuando llegue la vacuna, además, habrá que seguir conviviendo con la enfermedad. No nos hagamos trampas, no nos engañemos; no cabe la picaresca, que solo traerá más problemas, colapso en los hospitales y fallecidos”, avisó.
“No es justo que la mayoría pague por unos pocos. A lo mejor -indicó-, las cenas hay que empezarlas este año a las 20.00, no a las 22.00. Lo que queremos es que, en las Navidades de 2021, esto haya sido una pesadilla superada y que estemos todos”, remarcó.
Torres considera que Canarias “ha actuado bien” en las dos oleadas de la COVID, tomando “decisiones drásticas ante los repuntes de agosto”. Sin embargo, “la situación en Tenerife obliga a este endurecimiento de medidas y estoy convencido de que la sociedad tinerfeña lo comprenderá. Apelo a la responsabilidad y conciencia cívica de todos los canarios. Si se decide que sean 6 o 10 las personas que se reúnan en los días clave de estas fiestas, no nos hagamos trampas: que no sean 10 por la mañana, otros 10 por la tarde y otros 10 diferentes por la noche, pues estamos jugando con la salud y la economía de nosotros y del resto”. En el próximo Consejo de Ministros, “habrá un decreto para el sector servicios y la hostelería, pero, si no contenemos la pandemia, se verán más perjudicados en las próximas semanas. El día 4 dije que se decretaba el toque de queda para no cerrar el interior de los restaurantes, pero, si no se dobla la curva, habrá peores medidas la próxima vez”, avisó.
Según recalcó, se intenta que la movilidad entre municipios o la entrada y salida de Tenerife sean las menores posible, siempre con justificación legal y sanitaria. No obstante, advirtió de que no basta con estas medidas “si hay irresponsables, no se sanciona y no lo notan en su cartera”, por lo que se buscará la máxima coordinación policial.
Aunque Canarias sigue presentando datos favorables respecto al resto de regiones, Torres no escondió la preocupación de su Gobierno por la evolución de la pandemia en las Islas, si bien subrayó que su Ejecutivo se ha adelantado siempre con medidas más duras de lo que aconsejaban los datos.
El jefe del Ejecutivo autonómico reconoció que resulta difícil explicar las cifras en Tenerife, aunque sí señaló que, según los expertos, la diferencia con el repunte en Gran Canaria en agosto es que este último fue muy repentino, al igual que su reducción, aparte de concentrado en ciertos distritos de la capital, mientras que en Tenerife ha sido constante y se ha extendido por la inmensa mayoría de municipios, “con más transmisión comunitaria”.