Todo prácticamente preparado para anunciar la declaración del estado de alarma, que permite al Ejecutivo limitar los desplazamientos y tomar decisiones extraordinarias para hacer frente a la crisis del coronavirus. Fuentes del Gobierno dan como «casi seguro» que el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, va a avanzar esta decisión en la declaración institucional urgente prevista en La Moncloa para mediodía y que se ha improvisado en las últimas horas. Y otras fuentes, absolutamente oficiales, confirman a este diario que se ha adoptado la medida y que afecta a toda España.
Desde ayer por la tarde el Gobierno ya barajaba la declaración de estado de alarma, según las fuentes consultadas, que faculta al Ejecutivo para asumir una serie de decisiones para atajar la crisis y adoptar las siguientes medidas: limitar la circulación o permanencia de personas o vehículos en horas y lugares determinados; practicar requisas temporales de todo tipo de bienes e imponer prestaciones personales obligatorias; intervenir y ocupar transitoriamente industrias, fábricas, talleres, explotaciones o locales de cualquier naturaleza, con excepción de domicilios privados; limitar o racionar el uso de servicios o el consumo de artículos de primera necesidad; e impartir las órdenes necesarias para asegurar el abastecimiento de los mercados y el funcionamiento de los servicios y de los centros de producción.
Sólo un día después de que el jefe del Ejecutivo se limitara a aprobar algunas medidas económicas y a hacer recomendaciones a los ciudadanos y las comunidades autónomas la estrategia ha cambiado y ahora se opta por la decisión que permite centralizar la toma de decisiones y adoptar medidas para limitar los movimientos de los ciudadanos.
El estado de alarma está recogido en el artículo 116 de la Constitución y es el más leve de los tres que se pueden aplicar en situaciones de emergencia: los siguientes son el de excepción y el de sitio. Se aplica inicialmente por un plazo de 15 días que puede ser prorrogado por el Congreso de los Diputados. Hasta ahora, sólo se había aplicado una vez en democracia, con José Luis Rodríguez Zapatero en 2010, durante la crisis de los controladores aéreos.
La medida había sido reclamada por varios gobiernos autonómicos y diversos partidos de la oposición, y es similar a la que han adoptado los gobiernos de otros países, como el de Portugal esta misma mañana. El propio presidente no lo descartó ayer en la rueda de prensa que ofreció en La Moncloa, después del Consejo de Ministros extraordinario, que aprobó un «primer paquete» de medidas sanitarias y económicas. Uno de los supuestos que recoge la ley para decretar el estado de alarma es precisamente las «crisis sanitarias, tales como epidemias y situaciones de contaminación graves».
Con la declaración del estado de alarma el Gobierno cuenta ya con la vía constitucional para suspender las elecciones autonómicas en el País Vasco y Galicia, prevista para el 5 de abril, tal y como estaban reclamando los dos presidentes, Íñigo Urkullu y Alberto Núñez Feijóo.
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Fuente: El Mundo