El Festival Internacional de Cine Medioambiental de Canarias (FICMEC), que se celebra en la villa y Puerto de Garachico, ha presentado hoy su vigésimo segunda edición ante los medios de comunicación con la alimentación como temática principal. Las industrias cárnicas, la conservación de semillas o el expolio de las tierras y los mares son algunos de los temas que se tocarán durante los diez días del festival cinematográfico.
A la comparecencia asistieron la consejera de Educación, Cultura, Museos y Deportes del Cabildo Insular de Tenerife, Concepción Rivero; el viceconsejero de la consejería de Lucha contra el cambio climático del Gobierno de Canarias, Miguel Ángel Pérez; el alcalde de Garachico, José Heriberto González; el director del área de Cultura y Deportes de la fundación CajaCanarias, Álvaro Marcos Arvelo; el director de Banca de Instituciones de CaixaBank, Miguel Chinea; y el director del festival de cine, David Baute.
Concepción Rivero, consejera insular, afianzó el apoyo de la institución a FICMEC con una aportación económica y con el desarrollo de varios talleres desde el MUNA. “De este modo, se continúa la colaboración con un evento necesario”, aseguró. En este último aspecto también estuvo de acuerdo el viceconsejero del gobierno autonómico, Miguel Ángel Pérez, quien habló de que el cambio climático es una realidad “viendo el episodio que hemos pasado en estos últimos días”. El primer edil garachiquense habló de la apuesta cultural del municipio afirmando que su intención es continuar en la misma línea que se ha llevado desde 2012.
Por su parte, Arvelo habló de la necesidad de este tipo de eventos para descubrir el delicado lenguaje que ofrece el cine en relación al medio ambiente: “nos hace enfocar la mirada”, añadió. Miguel Chinea, director de Banca de Instituciones de CaixaBank, mostró su apoyo un año más a este evento y habló de la conexión estratégica que se lleva a cabo en la entidad financiera para favorecer la conservación del medio.
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Baute habló de las diferentes convocatorias que ya están abiertas dentro del certamen cinematográfico como Eco_crea y Ecofilms y también del proceso de selección de las películas que estarán en el evento. Además, habló de los premios Brote desgranados posteriormente en esta nota de prensa. Por otro lado, el director de FICMEC hizo alusión a la inestabilidad presupuestaria del evento que no facilita su desarrollo. No obstante, habló de que se proyectarán una media de 45 películas entre la sección oficial y las muestras, además de la organización de muchas actividades paralelas que complementarán al cine en la Villa y Puerto.
Bajo el hashtag #PlanetaCaníbal, el certamen se celebrará en Garachico del 29 de mayo al 7 de junio. El cine medioambiental seguirá siendo el pilar que sustenta este encuentro cultural y en defensa de la conservación del medio ambiente. FICMEC es el primer certamen de cine medioambiental de Europa siendo además uno de los pioneros en el mundo. Su primera edición se celebró en el año 1982 en el Puerto de la Cruz.
En cuanto al hashtag (etiqueta), se ha querido hacer alusión a la vorágine alimentaria que se está viviendo en el Planeta. La situación es complicada en varias parcelas del sector alimenticio esquilmando los recursos y entrando en un proceso de ‘canibalismo’ que pronto acabará con las fuentes que proporcionan los principales productos.
Más que cine
Además de cine, Garachico acogerá diez días intensos de actividad cultural en el que el motor de la naturaleza pondrá en la palestra la situación del planeta Tierra en cuanto a muchos aspectos de actualidad. En este caso, la alimentación estará en primer plano. La imagen de esta vigésimo segunda edición está dirigida a denunciar los hábitos alimenticios que perjudican al Planeta. El diseño está realizado por Adán Navarro de Moio Estudio.
En la imagen se pueden apreciar la combinación de diversos alimentos que salen de una lata de cine. En su inmensa mayoría, los productos que caen pertenecen a la etiquetada ‘comida basura’. Tanto el cine como la alimentación están presentes en la composición que representará a la vigésima segunda edición de FICMEC.
Premios Brote
Por otro lado, FICMEC premiará a diferentes personalidades que en su ámbito profesional han luchado por la conservación del medio ambiente. Los denominados premios Brote reconocen la trayectoria de estas personas que más allá de su profesión han tenido la delicadeza de desarrollarla sin olvidarse de dónde habitan.
En la categoría Brote Canarias, el festival premiará a la Red de semillas de Canarias. Por su encomiable trabajo en la conservación de la biodiversidad agrícola de Canarias con el fin de promover el uso, la producción y el mantenimiento de los recursos genéticos de la agricultura. Además, generan un modelo de sostenibilidad y recuperación de las variedades agrícolas tradicionales en el territorio insular.
El premio Brote fotografía se entregará a Pedro Javier Pascual por la precisa influencia con la que capta los instantes de forma imaginativa en el medio natural. Además de la poética sutileza que recrea su fotografía personal de la que sobresalen ingredientes como la belleza formal y la fantasía seductora.
En la categoría Brote comunicación la galardonada será la periodista Sandra Sutherland. Actualmente dirige y presenta el espacio televisivo Agrosfera de La 2 de Radio Televisión Española. Desde 2012 presenta y dirige este programa sobre el campo, la pesca y la ganadería de España. Refleja todas las noticias institucionales que surgen tanto en el ámbito nacional como en el internacional, especialmente de las que llegan de Bruselas.
La diseñadora María Clè Leal será la premiada en la categoría Brote artístico. FICMEC ha decidido otorgarle este reconocimiento por la elegancia de sus colecciones que fusionan de manera emotiva la creatividad y lo sostenible, cooperando con ello a la normalización de estrategias amables entre la industria del textil y el medio ambiente.
El premio Brote activismo medioambiental será para la colombiana Ati Quigua. Pertenece al pueblo arhuaco. En 2004 se convirtió en la primera concejala indígena de Colombia y posteriormente la primera mujer indígena en la vicepresidencia del Concejo de Bogotá de 2004 a 2011. En su trabajo político priorizó la creación de una «cultura del agua» a través de un Estatuto del Agua para Bogotá y la defensa del patrimonio medioambiental, la soberanía alimentaria y el protagonismo de las mujeres en esta lucha.
