La isla de Tenerife no declarará la emergencia hídrica porque los datos de demanda de agua y de abastecimiento no lo justifican en estos momentos, tal y como explica el consejero insular de Desarrollo Sostenible y Lucha contra el Cambio Climático, Javier Rodríguez Medina, quien asegura que “el abastecimiento está garantizado en los hogares y en el campo”.
Rodríguez explica que “la escasez de lluvias es una realidad, pero no significa que esté generando un problema grave que requiera de medidas drásticas, porque en estos momentos hay agua para satisfacer la demanda en la isla”.
“Es cierto añade, que quien primero acusa esa ausencia de lluvias son los cultivos y el campo, que está demandando algo más de agua de riego que en época anterior. Aun así, no hay falta de abastecimiento generalizado, si bien hay zonas con cierto déficit hídrico provocado por falta de lluvias, como la comarca de Ycoden Daute o las medianías del Valle de La Orotava y la zona Sur, en las que se está trabajando de manera puntual. Las balsas están al 57% de capacidad en la isla, habiendo zonas con más reservas que otras”.
El responsable del área entiende que una declaración de ese calibre, que tendría que hacer el Consejo Insular de Aguas (Ciatf) de acuerdo a la Ley de Aguas, “implica medidas que suspenden algunos derechos, y tiene que estar debidamente justificada o los afectados podrían acudir a los tribunales, porque se trata de requisas y establecimiento de prioridades y siempre para garantizar el consumo humano, restándolo del riego, que es precisamente el que tiene problemas puntuales locales”. “Respetamos las decisiones de otros consejos insulares que, atendiendo a sus realidades insulares, pueden decidir esa declaración para cubrir las necesidades de su isla, no siendo éste el caso de Tenerife”, señala.
Rodríguez añade que “Tenerife cuenta con una estructura hídrica que nos permite producir 200 hectómetros cúbicos al año para atender la demanda, que es similar a esta cifra, que está cubierta, incluso hay desaladoras en la zona Sur que a día de hoy disponen de excedentes y que en algunos casos se están dirigiendo a la agricultura”. “Con esta situación difícilmente se puede declarar una emergencia a nivel insular. La Ley de Aguas de Canarias exige que esté debidamente justificada esta declaración con datos”, indica.
El Cabildo trabaja en la lucha contra el cambio climático y en la mitigación, y por ello “trabajamos asumiendo la realidad posible de aquí a los próximos años donde, si no se invierte la tendencia, las lluvias serán escasas. Por ello, el Ciatf ya ha planificado y está ejecutando acciones desde hace tiempo para prever situaciones de déficit hídrico con actuaciones para reducir las pérdidas en los abastecimientos municipales, regeneración de aguas residuales para riego y desalación para garantizar el consumo humano”.