El alcalde de Garachico propone un protocolo de actuación al resto de entidades para temporales marítimos en la villa y puerto

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El alcalde de Garachico, José Heriberto González, ha propuesto al resto de entidades supramunicipales un protocolo de actuación exclusivo para temporales marítimos en la villa y puerto. Esta necesidad ha quedado aún más patente tras el último mar de leva que azotaba con fuerza el municipio a principios de esta semana.

El tema ha sido atendido con la celeridad que lo requiere por parte del presidente del Cabildo, Carlos Alonso; la viceconsejera de Medioambiente y de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias, Blanca Pérez; el consejero de Emergencias del Cabildo, José Antonio Valbuena; y el director insular de Fomento, Miguel Becerra. La reunión tuvo lugar el pasado jueves 27 con la presencia del alcalde de la villa y puerto y con la premisa de implicar también a la Delegación del Gobierno Central, para que en estos casos también se envíen efectivos de la Guardia Civil.

Durante el encuentro se llegó al acuerdo de que el protocolo a firmar por las tres administraciones debe dejar claro los siguientes aspectos: cuándo y cómo cerrar la avenida marítima, qué cuerpos de seguridad deben activarse y qué funciones debe cumplir cada uno en estos casos y qué tipo de vehículos y por qué calles y horarios debe pasar el tráfico.

Hay que recordar que la avenida marítima se trata de una vía insular por lo que no es de competencia municipal. No obstante, el consistorio se encarga de cerrar y de aportar los medios de seguridad en caso de fuerte oleaje.

Por ello, el alcalde garachiquense considera este protocolo “un avance importantísimo, algo inexistente hasta ahora y necesario”. A todo esto, José Heriberto González añade que tomar la decisión del cierre de la carretera “no es fácil, porque la toma el alcalde auxiliado por la percepción de la Policía Local, por las previsiones de las administraciones competentes, los portales meteorológicos de internet y la experiencia”.

Trastorno para el tráfico y la vida cotidiana

El cierre de la carretera TF-42 constituye un perjuicio para los negocios ubicados en la misma además de un auténtico trastorno para el tráfico y la vida cotidiana de Garachico. Muchos vehículos, algunos de ellos de grandes dimensiones y gran tonelaje hacen muchas maniobras para circular por las sinuosas calles del casco urbano. Ello ocasiona largas colas, retenciones, desperfectos en mobiliario urbano o en los tejados salientes de algunas casas.

Por otro lado, el carácter histórico y patrimonial del centro de Garachico hace aún  más complicado el paso del tráfico por su interior. “Existen informes técnicos que no permiten el paso de vehículos de gran tonelaje ya que los cimientos de los edificios históricos no soportan las vibraciones”, apunta el alcalde garachiquense.

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