El albergue del Mazapé, un paso de San Juan de la Rambla para abrirse camino en el turismo

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La transformación del antiguo restaurante y mirador del Mazapé, en San Juan de la Rambla, en el primer albergue específico para senderistas del Norte de Tenerife, es el primer gran paso de este municipio para abrirse camino en el exigente sector del turismo. El Ayuntamiento ramblero confía en que la apertura de este recurso alojativo posicione mejor en el mapa turístico a un pueblo que tiene mucho que ofrecer, sobre todo en patrimonio histórico y naturaleza, y que busca más atención de los visitantes de la Isla.

La alcaldesa Fidela Velázquez (PSOE) ha sido la principal defensora de una obra cuyo primer objetivo era acabar con el abandono de un mirador que se deterioraba sin remedio.

Velázquez, acompañada por técnicos municipales y los ediles Juan Siverio (AUP-SSP) y Ezequiel Domínguez (PSOE), visitó junto a El Día el inmueble, recientemente reformado, y detalló que ya se trabaja en el estudio de viabilidad de la instalación antes de publicar los pliegos para sacarlo en concesión administrativa. La intención del consistorio es que la dotación y gestión del futuro albergue, y del cercano molino del Risco de las Pencas, salgan a concurso antes de final de año. Si nada se tuerce, la instalación turística podría abrir en 2020.

La primera fase de la obra, un proyecto redactado por la Oficina Técnica Municipal, contó con un presupuesto de unos 90.000 euros, que contempló la creación de cuatro habitaciones para visitantes y una para el personal, con la idea de poder albergar a unas 22 personas.

La segunda fase, recién finalizada, contó con un presupuesto de unos 120.000 euros y se centró en la mejora y restauración de la cocina, el almacén, el cuarto de instalaciones, la recepción y el comedor. Donde se realizó el mayor cambio es en el espacio dedicado en el pasado al comedor y restaurante, donde se habilitaron cuatro habitaciones, una de ellas con una pared acristalada.

El inmueble dispone de un sistema de depuración natural, placas solares para agua caliente y bomba de calor, además de un sistema de alarma y vigilancia con cámaras.

El mirador del Mazapé se empezó a construir en los últimos años del pasado siglo, costó 725.000 euros y se inauguró en 2005. Con unas vistas privilegiadas de la costa del Norte de Tenerife, desde Buenavista hasta Punta del Hidalgo, esta instalación preparada para funcionar como restaurante estaba llamada a convertirse en uno de los atractivos turísticos locales. Sin embargo, después de tres concesiones administrativas fallidas por el aislamiento y su difícil acceso, ahora reparado, esta instalación del Cabildo de Tenerife se cerró y abandonó hasta 2018.

Ladrones y vándalos esquilmaron y destrozaron las instalaciones hasta que el consistorio, en el mandato anterior, apostó por su recuperación como albergue turístico.

Tras unos 200.000 euros de inversión, en dos fases, ahora sólo resta iniciar el proceso de licitación, que incluirá la dotación de mobiliario, y esperar que el negocio funcione, junto a la explotación del molino del Risco de las Pencas, y que este antiguo mirador se convierta en uno de los destinos predilectos de los senderistas que se acerquen a Tenerife.

El albergue se sitúa en pleno paisaje protegido de Campeches, Tigaiga y Ruiz, rodeado de senderos que recorren parajes que son un sitio de especial protección para las aves.

Fuente: El Día (Raúl Sánchez)

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