Ángel Víctor Torres (Arucas, 1966) está a punto de ocupar la Presidencia de Canarias. El secretario general del PSOE en las islas, licenciado en Filología Hispánica, se convertirá en el noveno presidente de la región y en el segundo jefe de Gobierno socialista. Torres tomará las riendas del Archipiélago tras aglutinar una mayoría suficiente para devolver al PSOE a la cúspide del poder después de 26 años. Torres, con dos décadas de carrera política, da el salto a la administración regional tras 16 años dedicados a la gestión municipal, un breve paso por el Congreso de los Diputados y cuatro años en el Cabildo.
Torres se convertirá en el segundo presidente socialista del Archipiélago al tomar el testigo de Jerónimo Saavedra, histórico dirigente del PSOE que asumió la jefatura regional en dos etapas: de 1983 a 1987 y de 1991 a 1993.
Sanchista, grancanario y profesor de Secundaria de Lengua y Literatura. Torres tiene publicado un conjunto de relatos, logró el accésit del Ciudad de Santa Cruz y cuenta también con otros premios literarios. Estas señas dibujan parte de la radiografía personal del que será investido presidente de Canarias. Tras 20 años en la vida pública, Torres llegará a la Presidencia con la experiencia de la gestión municipal e insular en su mochila. Una meta para la que ha tenido que sortear las divisiones internas de su partido, capear los incumplimientos del PSOE con el Archipiélago y pisar el acelerador a fondo para reconducir el denominado pacto de progreso.
Torres irrumpió en la vida política en 1999, cuando fue elegido concejal en su municipio, donde asumió la portavocía del partido socialista en 2001. Solo dos años después, en 2003, accedió a la Alcaldía de Arucas. En las elecciones de 2007 volvió a ser el más votado, pero no se hizo con el bastón de mando si bien entre 2009 y 2011 fue teniente de alcalde. Durante esos dos años también pasó por el Congreso de los Diputados para sustituir a Juan Fernando López Aguilar, que en 2009 fue elegido eurodiputado. Torres, que dieciséis años de su carrera como político ha estado volcado en la política municipal, volvió a situarse al frente del ayuntamiento aruquense entre 2011 y 2015, año en el que decidió dar el salto al Cabildo de Gran Canaria.
El licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de La Laguna también tocó el poder en la Corporación insular al suscribir un acuerdo con Nueva Canarias y Podemos para situar a Antonio Morales al frente del Cabildo. No en vano, durante los últimos cuatro años ha ocupado la Vicepresidencia y la Consejería de Obras Públicas, Infraestructuras y Deportes. Siempre se mantuvo leal a Morales, algo que quizás le haya valido para lograr sumar ahora los cinco diputados de NC a su alianza progresista.
Con su mano sobre la de Román Rodríguez y bajo las de Noemí Santana y Casimiro Curbelo como modo de escenificar el acuerdo, Torres no solo devuelve al PSOE a la Presidencia, sino que también rompe con la dinámica de pactos que durante los 26 años han aupado a CC al poder. Con el acuerdo alcanzado entre las cuatro fuerzas, Torres entierra el augurio de que gane quien gane siempre va a gobernar Coalición. Aunque a punto estuvo de hacerlo bueno y perder la oportunidad de acariciar el poder por la política de pactos seguida por los socialistas en los municipios, algo que levantó ampollas en ASG y, en especial, en Nueva Canarias. Los sacrificios in extremis del PSOE en Santa Lucía de Tirajana y Telde, donde el PSOE se afanó por borrar a NC, le sirvió para remontar en sus negociaciones con el partido de Rodríguez.
La carrera de Torres también tiene recorrido orgánico. En 2010 se convirtió en secretario del PSOE de Gran Canaria y en julio de 2017, tras enfrentarse en las primarias a Juan Fernando López Aguilar y Patricia Hernández, logró hacerse con el timón de la dirección regional. Justo dos meses después de que Pedro Sánchez, al que se plegó, retomara el mando del PSOE.
Los contrincantes de Torres en las elecciones internas fueron precisamente sus predecesores como candidatos del PSOE a la Presidencia de Canarias, pero ninguno se llevó el gato al agua pese a imponerse en las elecciones. El eurodiputado ganó en número de votos y escaños y la nueva alcaldesa de Santa Cruz de Tenerife solo en sufragios. La de Torres es la tercera victoria más holgada del PSOE en Canarias tras la de Jerónimo Saavedra en 1983 y la del propio López Aguilar en 2007, cuando se hicieron con 27 y 26 asientos, respectivamente, de los 60 con los que contaba el Parlamento. Torres, con la nueva configuración de la Cámara regional, acaparó 25 de los 70 escaños.
La costura de las divisiones internas del partido es uno de los retos que afronta Torres al frente del partido en las Islas. La conquista de plazas importantes -como Santa Cruz de Tenerife, La Laguna, San Bartolomé de Tirajana o el Cabildo de Lanzarote- y su aterrizaje en la cúspide del poder actúan ahora como bálsamo y sirven para acallar las voces discrepantes, instalados en su mayoría en el PSOE tinerfeño. El partido cerró filas en torno a él por la investigación abierta por la gestión del Gran Canaria Arena tras una denuncia de CC. Ni siquiera fue aprovechada por los menos afectos a él para evitar torpedear sus posibilidades.
Torres será el noveno presidente de Canarias. El socialista escribe su nombre tras el de Saavedra, Fernando Fernández, Lorenzo Olarte, Manuel Hermoso, Román Rodríguez, Adán Martín, Paulino Rivero y Fernando Clavijo. Precisamente una moción de censura impulsada en 1993 por la unión de las siglas que poco después darían lugar al nacimiento de Coalición apeó al PSOE de Saavedra de la Presidencia. Ahora los socialistas aglutinan la mayoría suficiente para desalojar, 26 años después, a CC del poder.
Salvo Saavedra, Olarte y Rodríguez, todos los jefes de Gobierno han sido tinerfeños. En la décima legislatura, en la que la Presidencia recae en Tenerife, Torres se convierte en el cuarto presidente grancanario.
Fuente: El Día