Los daños causados por el temporal marítimo de los días 17 y 18 de noviembre de 2018 aún son visibles en la costa de Garachico y su principal avenida. Cinco meses después de que las olas arrasaran negocios, edificios de viviendas, vallados, calles e infraestructuras públicas, como la piscina, las canchas polideportivas o el campo de fútbol, la Villa y Puerto todavía pelea por recuperar la normalidad. Queda muchísimo trabajo pendiente.
Sólo la Arepera El Roque y el restaurante Ardeola han podido reabrir sus puertas. La heladería Fragola ejecuta obras para mejorar la resistencia del local a futuros temporales y el objetivo de sus propietarios es volver a entrar en funcionamiento antes de verano.
Los locales de la vinoteca Sol Garachico y del supermercado Mi Merca continúan tapiados en el edificio Atlántico, cuyas zonas comunes siguen visiblemente afectadas.
El edificio Tomé Cano, desalojado desde el pasado 27 de noviembre por daños estructurales, sigue a la espera de que la comunidad de propietarios de estos 19 apartamentos concrete una inversión que rondará los 200.000 euros para afianzar los pilares que sostienen el inmueble. El proyecto técnico ya está aprobado, pero la comunidad debe buscar la financiación necesaria.
El restaurante El Caletón, que es de propiedad municipal, tampoco podrá reabrir a corto plazo. Los daños del último temporal agravaron problemas causados por anteriores mares de leva, por lo que será necesario demoler y reconstruir el techo de la cocina. Una obra mayor que requiere varios permisos e informes de Costas, Patrimonio Histórico, Carreteras y Política Territorial. La burocracia que afecta a la costa de este casco histórico tampoco ayuda a acelerar la necesaria reconstrucción.
El Ayuntamiento de Garachico celebra un pleno este martes en el que está previsto aprobar, después de cinco meses, las bases de las ayudas para los afectados por el temporal.
Tras corregirse diversas cuestiones menores y urgentes en el espacio público, el municipio se ha puesto manos a la obra para habilitar sus principales zonas de baño para la temporada estival. Una vez finalizada la época más proclive a los temporales marítimos, el consistorio ha empezado a trabajar en los arreglos de la piscina, las canchas deportivas y la rampa de acceso a la playa.
En la piscina habrá que reparar la sala de máquinas, el solarium y parte del vaso, así como el vallado. La intención del consistorio es instalar en esta zona las nuevas vallas móviles. Más ligeras y manejables para que los operarios municipales puedan retirarlas antes de que las olas puedan arrancarlas. Si no hay retrasos, la piscina volverá a abrirse al público en la segunda mitad de mayo.
El alcalde de Garachico, José Heriberto González, destaca que incluso para cambiar este vallado se necesitan informes sectoriales de Costas, Carreteras y Política Territorial. Unos trámites que impiden acelerar las obras al ritmo que desearía el consistorio.
La zona de El Caletón, la más expuesta y dañada por el oleaje, tendrá que esperar unas semanas más antes de que comience la reconstrucción de los paseos y áreas de descanso. La idea del gobierno local es empezar a trabajar allí en mayo, «de manera que quede listo para los meses con más visitantes».
Respecto a la zona del Castillo de San Miguel, el alcalde apuesta por introducir algunos cambios que eliminen «añadidos que se convertían en auténticos proyectiles con la llegada de los temporales». Su intención es recuperar la antigua plaza de armas del castillo y retirar los bolardos y otros añadidos.
La cueva detectada bajo el castillo no representa finalmente un riesgo para la estabilidad de la edificación, según han informado los técnicos al alcalde, por lo que su apertura podría producirse «en poco tiempo», según anuncia José Heriberto González.
De campo de fútbol a aparcamiento
El campo de fútbol se convertirá en un aparcamiento, pero aún restan muchos meses de trámites y obras para que la instalación se acondicione tal y como está previsto. El proyecto del nuevo campo de fútbol también tardará varios años en hacerse realidad.
Este espacio deportivo ya se ha utilizado como aparcamiento provisional, con el visto bueno de los técnicos del consistorio, en fechas con una gran afluencia de visitantes. Sin embargo, continúan los «engorrosos trámites», según reconoce el alcalde, para certificar el cambio de uso de esta infraestructura deportiva y avanzar en el proyecto de reconstruirlo en una finca del Cabildo, cerca del barrio de San Pedro. En el próximo pleno, el ayuntamiento solicitará formalmente al área insular de Agricultura la cesión del suelo necesario para el nuevo campo.
Fuente: Periódico El Día (Raúl Sánchez) / Foto cedida