El conjunto insular sigue con su senda de crecimiento tanto en la Liga Endesa de baloncesto como en competición europea. Esta campaña supone una nueva alegría para la afición de Tenerife, ya que están a tan solo un paso de conquistar una nueva FIBA Champions League, como ya consiguieron en el año 2017. Hecho que supondría un hito histórico para una entidad que está haciendo las cosas formidablemente bien, tanto en la parcela deportiva como en la estamental.
El conjunto de Txus Vidorreta está firmando una temporada para el recuerdo. Su participación en la Copa del Rey, haciendo un buen papel ante el conjunto a la postre vencedor del torneo, luchando por entrar en playoffs de la liga y con la permanencia virtualmente asegurada en la máxima competición española, todas las miradas se centran ahora en una Final Four que puede llevar al Iberostar Tenerife a la gloria, una vez más.
Esta vez el escenario de tan épico acontecimiento será la ciudad belga de Amberes, situada al norte del país y ubicada dentro de la comarca de Flandes, conocida por sus encomiables clásicas ciclistas. Pero en mayo, no será el turno de las dos ruedas, sino de una Final Four de baloncesto muy igualada sobre el papel, aunque el conjunto español parte con algo de favoritismo según los pronósticos.
Además del conjunto tinerfeño otros tres equipos lucharán por la gloria. El Telenet Giants Antwerp, rival del conjunto lagunero en la segunda semifinal, jugará ante su público, siendo esto un punto a favor, ya que la mayoría de los 18.000 espectadores que acudan al Sportpaleis, buscarán alentar a sus compatriotas. Los belgas son un conjunto que proviene de la fase previa, con un récord en la fase regular de 7 victorias y 7 derrotas. Para Aniano Cabrera, “cualquier equipo había sido igual de complicado, pero “nos ha tocado el Amberes en las semifinales, que es un equipo en crecimiento y que se clasificaron para octavos de final tras terminar cuartos de su grupo” tras el AEK Atenas, HapoelJerusalem y Bamberg”, ha declarado el gerente de Iberostar Tenerife después el sorteo.
Otra escuadra con muchas posibilidades será un clásico del baloncesto europeo como El Brose Bamberg alemán. El conjunto bávaro acostumbrado a otra lides, en esta ocasión parten como favoritos junto a los de La Laguna a alzarse con el trofeo. El cuarto equipo en discordia y con previsiblemente menos argumentos para vencer en esta final a cuatro es la Segafredo Virtus Bologna.
El conjunto italiano, sin duda, por historia podría optar a todo, pero a priori, en la cancha hay dos equipos muy superiores a ellos. Bien es cierto que no se debe vender la piel del oso antes de cazarla, y que puede saltar la sorpresa, como ya ha sucedido en numerosas ocasiones.
Sin duda, el equipo de Vidorreta está ante una nueva oportunidad histórica, no solo por calidad del equipo sino también por sensaciones. La plantilla actual es muy compensada, contando con hombres claves tanto en el interior como en el exterior que dan al equipo muchas variantes. Colton Iverson está siendo un coloso debajo del aro, un cinco a la vieja usanza, que potencia a sus compañeros y abre huecos en la línea de 6,75, para que los exteriores, con un Tim Abromaitis en estado de gracia a la cabeza, tengan acierto de cara a la canasta.
Si a todo ello le unimos, la buena dirección de juego llevada a cabo por hombres contrastados como Rodrigo San Miguel y Davin White, hacen que la afición pueda ser mesuradamente optimista a la hora de asaltar el pabellón belga, para obtener una nueva FIBA Champions League para sus vitrinas.
