El Cabildo, a través del Centro del Centro de Conservación de la Biodiversidad Agrícola de Tenerife (CCBAT), ha repartido 3.600 kilos de trigo de la variedad local ‘Barbilla’ entre los agricultores de las principales zonas de cultivo de cereales del Norte de Tenerife, que el año pasado no pudieron recolectar sus cosechas debido a una situación de alerta meteorológica coincidiendo con el período de siega.
El vicepresidente y consejero insular de Agricultura, Ganadería y Pesca, Jesús Morales, explica que esta iniciativa se enmarca dentro de una campaña de conservación de esta variedad local en la zona comprendida entre Icod el Alto (Los Realejos) y La Orotava. “Los agricultores sufrieron una pérdida importante de la cosecha de la pasada campaña tras la declaración por parte del Gobierno de Canarias de alerta máxima por riesgo de incendio coincidiendo con el momento de la trilla del cereal, lo que implicaba la prohibición del uso de maquinaria agrícola para la recolección”, señala el consejero insular.
El reparto de semillas de trigo entre los agricultores contribuirá también a garantizar la conservación en el campo de la variedad local ‘Barbilla’, muy apreciada por productores y consumidores. Las semillas fueron compradas a los agricultores que consiguieron salvar su cosecha la pasada campaña y, tras la limpieza del grano de restos e impurezas, fue tratado para prevenir enfermedades en el campo y ofrecer así una variedad local con todas las garantías.
Esta acción ha contado también con la colaboración de la Asociación de Cereales de Tenerife (ACETE), las oficinas de Extensión Agraria de la zona, el Ayuntamiento de La Matanza y la empresa Harinalia, en cuyas instalaciones se llevó a cabo la limpieza del grano para su posterior reparto.
Morales destaca que esta acción complementa las ayudas económicas de 900 euros por hectárea que el Cabildo ofreció a los agricultores con el objetivo de compensar las pérdidas en el cultivo de trigo durante la campaña de 2017. “Este fue un compromiso del presidente Carlos Alonso, que demuestra la sensibilidad del Cabildo hacia los agricultores y que se suma también a las subvenciones para la rotación de cultivos que promueve la Corporación insular desde hace varios años para que también se puedan cultivar otros productos como la papa”.