El Consejo de Gobierno de Canarias aprueba el Proyecto de Ley de Patrimonio Cultural para su remisión al Parlamento

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El Consejo de Gobierno de Canarias ha aprobado este lunes 4 de junio la remisión al Parlamento del Proyecto de Ley de Patrimonio Cultural tras atender varias cuestiones técnicas que apuntaba el Consejo Consultivo de Canarias. Este texto, que modifica la norma aprobada en 1999 tiene como principal objeto actualizar el régimen jurídico y simplificar los instrumentos de protección existentes en Canarias.

La iniciativa legislativa, que verá ahora la Cámara, introduce una serie de preceptos a la ley vigente, entre ellos su cambio de denominación. Así, pasa de llamarse Ley de Patrimonio Histórico a Ley de Patrimonio Cultural; también se crean los Catálogos Insulares de Bienes Culturales, como nuevos instrumentos de protección; y se añaden nuevos preceptos para regular el patrimonio industrial y el bibliográfico, que no venían contemplados en la Ley de 1999, entre otras cuestiones

Después de más de 18 años de vigencia de la Ley de Patrimonio Histórico de Canarias, el proyecto de ley que se remite al Parlamento se adapta con su modificación a las nuevas circunstancias tanto legales como a los nuevos conceptos en la materia. Transcurridas casi dos décadas, se ha considerado necesaria la elaboración de un nuevo texto legal que, aunque sea parcialmente, actualice el régimen jurídico de los bienes culturales, fruto de la experiencia acumulada y por la necesidad de mejorar la armonización con otras normas jurídicas de carácter territorial con las que el patrimonio cultural se encuentra estrechamente vinculado. Para ello, la protección de ese patrimonio es considerada uno de los pilares básicos para materializar el principio de sostenibilidad en la ordenación territorial y urbanística.

Todo ello será contemplado con un ‘principio de unidad’ según el cual,  “todos los bienes integrantes del Patrimonio Cultural de Canarias forman parte del legado cultural de esta Comunidad Autónoma, con independencia de donde se hallen situados y de la Administración Pública que tenga encomendada su protección”,  quedando fijado que el Gobierno de Canarias velará por la investigación, difusión y, en su caso, el retorno a Canarias, de aquellos bienes especialmente representativos del Patrimonio Cultural de Canarias que se encuentren fuera de su ámbito territorial.

El nuevo marco jurídico, que cuenta con el consenso de los cabildos insulares y los municipios de las Islas, pretende poder asistir a las corporaciones locales en asuntos de patrimonio cultural; agilizar y actualizar los procedimientos de declaración de Bienes de Interés Cultural; ampliar el concepto patrimonial, adaptándolo a los convenios internacionales que regulan la materia;  y la regulación del principio de coordinación entre las administraciones autonómica y locales,  reforzando el régimen sancionador y la actividad inspectora.

La norma, establece, además, tres pilares en el sistema instrumental del patrimonio cultural: el Registro de Bienes de Interés Cultural, los Catálogos Insulares de Bienes Culturales y el Catálogo Municipal de Patrimonio Histórico y Cultural.

Junto al Registro de Bienes de Interés Cultural, se crean los Catálogos Insulares de Bienes Culturales, como instrumento nuevo de protección de aquellos bienes muebles, inmuebles e inmateriales que, careciendo de los notorios valores que justifican la declaración de un bien como de interés cultural, poseen, en cambio, valores culturales de interés insular, sujetando determinadas intervenciones que se proyecten en los bienes incluidos en ella, al control previo del Cabildo Insular correspondiente, a quien se le atribuye la competencia para su creación y actualización. La configuración de este sistema conlleva a la desaparición de las Cartas municipales arqueológicas, etnográficas y paleontológicas.

Como figuras nuevas de protección del patrimonio cultural se añaden nuevos preceptos para regular el patrimonio industrial y el bibliográfico, que no venían contemplados en la Ley de 1999 y que resultan hoy merecedores de su protección, a fin de conservar los vestigios industriales existentes en Canarias de los siglos XIX y XX, y todo el patrimonio existente en cualquier soporte que se hallare en las bibliotecas o en los servicios públicos de lectura, relacionado con ediciones o publicaciones de libros raros, así como las películas y demás obras audiovisuales realizadas en Canarias o relacionadas históricamente con nuestro archipiélago que se custodien en nuestra Filmoteca Canaria.

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